4.1Estrategias
para activar y usar los conocimientos previos, y para generar
expectativas apropiadas en los alumnos.
Simple
y sencillamente la actividad constructiva no sería posible sin conocimientos
previos que permitan entender, asimilar e interpretar la información nueva para
luego, por medio de ella, reestructurarse y transformarse hacia nuevos
posibles.
Las
estrategias que preferentemente deberán emplearse al inicio de cualquier
secuencia didáctica, o bien antes de que los aprendices inicien cualquier tipo
de actividad de indagación, discusión o integración sobre el material de
aprendizaje propiamente dicho, sea por vía individual o colaborativa. Para
hacer un buen uso de ellas se debe tomar en cuenta (Cooper, 1990):
v Identificar
previamente los conceptos centrales que van a aprender los alumnos.
v Tener presente qué es
lo que se espera que aprendan.
v Explorar los
conocimientos previos pertinentes de los alumnos para decidirse por activarlos
(cuando existan evidencias) o por generarlos (cuando los alumnos poseen escasos
conocimientos previos o que no los tienen).
Actividad focal introductoria
Por
actividad focal introductoria entendemos aquellas estrategias que buscan atraer
la atención de los alumnos, activar los conocimientos previos o incluso crear
una apropiada situación motivacional de inicio. Los tipos de actividad focal
introductoria más efectivos que pueden utilizarse son aquellos que presentan
situaciones sorprendentes, incongruentes o discrepantes con los conocimientos
previos de los alumnos. Un ejemplo de actividad focal introductoria que puede
plantearse antes de tratar el tema de materiales conductores o aislantes.
Las
funciones centrales de esta estrategia serían las siguientes:
J Plantear situaciones
que activan los conocimientos previos de los alumnos, la estrategia se acompaña
de participaciones de los alumnos para exponer razones, hipótesis, opiniones,
explicaciones, etc.
J Servir como focos de
atención o como referentes para discusiones posteriores en la secuencia
didáctica.
J Influir de manera
poderosa en la atención y motivación de los alumnos.
Discusiones
guiadas.
En este caso se trata de una estrategia que
requiere de una cierta planificación previa cuidadosa, aunque no lo parezca.
Cooper (1990) define la “discusión” como “un
procedimiento interactivo a partir del cual profesor y alumnos hablan de un
tema determinado.
Los puntos centrales que deben considerarse
en la planeación y aplicación de una discusión son los siguientes (Wray y
Lewis,2000):
« Tener claros los
objetivos de la discusión y hacia dónde se quiere conducir el aprendizaje de
los nuevos contenidos que se abordarán posteriormente.
« Introducir la
temática central del nuevo contenido de aprendizaje y solicitar a los alumnos
que expongan lo que saben de ésta.
« Para la discusión, se
recomienda elaborar preguntas abiertas que requieran más de una respuesta
afirmativa o negativa.
« No sólo se debe
conducir a la discusión sino también participar en ella-
« Manejar la discusión
como un diálogo informal en un clima de respeto y apertura.
« No dejar que la
discusiones demore demasiado ni que se disperse; ésta debe ser breve, bien
dirigida y participativa.
« Los conocimientos
previos pertinentes, pueden anotarse en el pizarrón, en un acetato o en una
diapositiva.
« Cerrar la discusión y elaborar un resumen donde se
consigne lo más importante y que hagan comentarios finales.
Actividad
generadora de información previa.
Es una estrategia que permite a los alumnos
activar, reflexionar y compartir los conocimientos previos sobre un tema determinado
a través de una lluvia de ideas o tormenta de ideas.
(Wray y Lewis, 2000). Cooper (1990) propone
las siguientes actividades:
Ø Introduzca la
temática central de interés.
Ø Solicite a los
alumnos que anoten todas o un número determinado de ideas que conozcan sobre
dicha temática. Si los alumnos ya saben elaborar mapas conceptuales o algún
tipo de representación gráfica conocida, puede solicitarse que elaboren uno con
las ideas de la lista. Marque un tiempo limitado para la realización de la
tarea.
Ø Pida a cada alumno o
al grupo, que lean o presenten sus listas.
Ø Discuta la
información recabada, señale la información errónea; hay que poner atención en
las llamadas concepciones alternativas que los alumnos poseen (Pozo, 1994).
Ø Recupere las ideas y
origine una discusión breve relacionada con la información nueva que se va a
aprender. Puede concluir la actividad marcando el objetivo del episodio
instruccional a seguir o hacer que los alumnos lo descubran con su ayuda.
Tanto la discusión guiada como la actividad
generadora de información previa deben ser breves.
Objetivos
o intenciones como estrategias de enseñanza
Los
objetivos o intenciones educativas son enunciado que describen con claridad las
actividades que se orienten conseguir en el aprendizaje de los alumnos al
finalizar una experiencia, sesión, episodio o ciclo escolar.de manera acertada
Coll y Bolea (1990) señalan que cualquier situación educativa se caracteriza
por tener cierta intencionalidad.
Desde
la perspectiva del docente, los objetivos tienen un papel central en las
actividades de planificación, organización y evaluación, pero en esa ocasión
vamos a situarnos en cómo los objetivos pueden actuar como auténticas
estrategias de enseñanza.
Es
necesario formular los objetivos si queremos usarlos como estrategias de
enseñanza, de modo tal que estén orientados hacia los alumnos y que sean
comprensibles para ellos, es pertinente puntualizar que deben ser elaborados en
forma directa y clara utilizando una adecuada redacción y vocabulario apropiados
al alumno, es necesario dejar claro en su enunciación las actividades, los
contenidos y/o resultados esperados.
Las
actividades que se expresen en los objetivos deberán ser aquellas que persigan
el logro de aprendizajes significativos.
Actividades
como explicar, justificar, aplicar, extrapolar, discutir, analizar, valorar
críticamente, etc., un tema cualquiera, permiten poner en evidencia
aprendizajes con comprensión.
Las
funciones de los objetivos como estrategias de enseñanza son los siguientes:
ü Usarlos como marcos o
como elementos orientadores del proceso de aprendizaje, además hay una
contextualización conjunta entre profesor y alumnos.
ü A partir de ellos,
generar expectativas apropiadas en los alumnos y hacer que lo se va a aprender
y evaluar adquiera sentido.
ü Permitir que que los
alumnos formen criterios sobre lo que se espera de ellos durante y al término
de una clase, secuenci didáctica o curso.
ü Mejorar
considerablemente el aprendizaje intencional. El aprendizaje es más exitoso si
el aprendiz es consciente de la finalidad de las actividades pedagógicas.
Proponemos las siguientes recomendaciones
para el uso de los objetivos como estrategias de enseñanza:
Y Cerciórese de que son
formulados con claridad, señalando la actividad, los contenidos y/o los
criterios de evaluación.
Y Comente con los
alumnos los objetivos antes de iniciar cualquier actividad de
enseñanza-aprendizaje.
Y Exprese el sentido
del planteamiento (por qué y para qué) de los objetivos.
Y Cuando se trata de
una clase, el objetivo puede ser un enunciado verbalmente o de forma
escrita.}No enuncie demasiados objetivos, porque los alumnos pueden perderse o
desear evitarlos antes de aproximarse a ellos. Es mejor mencionar uno o dos
objeeetivos bien formulados y globalizadores sobre los aspectos cruciales de la
situación de enseñanza.
Excelente publicación, un gran aporte
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, excelente aporte. Me ayudó mucho para establecer varios puntos en mi maestría.
ResponderEliminargenial gracias
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